[y otros secretos que nadie te dice...]
Las relaciones públicas tienen una gran reputación. Y no vamos a negarlo: una buena reputación es parte del juego. Pero en Pragma sabemos que no todo es glamour ni un mar de oportunidades mediáticas. Detrás de las relaciones públicas que funcionan hay estrategias reales, comunicación brutalmente honesta y, sobre todo, relaciones sólidas que no se rompen cuando vienen las crisis.
A diferencia de lo que muchos creen, el éxito en relaciones públicas no consiste solo en salir en medios; se trata de construir relaciones significativas y, a veces, de aprender a decir “no” a quienes no son el mejor socio. Spolier: no es para cualquiera.
El trabajo de relaciones públicas implica proteger la integridad de tu marca, incluso si eso significa no aceptar ciertas oportunidades. ¿Tienes una entrevista que suena increíble pero que no aporta nada a tu marca? Nuestra respuesta es clara: paso.
En Pragma sabemos que no toda exposición es buena exposición. Decimos “no” a las oportunidades que no aportan, a los clientes que no entienden la diferencia y a las marcas que buscan solo un altavoz. Trabajamos para que cada paso que des tenga un propósito, y para que no tengas que disculparte por tus decisiones.
Las relaciones públicas son un arma poderosa en la comunicación, pero mal utilizadas pueden convertirse en el boomerang de la imagen de tu marca. No se trata de aparentar ser una marca perfecta; es mejor ser reales que quedar bien con todos.
Así que si alguna vez nos ves hablar en un evento o decir lo que muchos no se atreven, no es porque queramos ser "los malos de la historia". Es porque en relaciones públicas, la integridad se respeta y se protege, aunque a veces no todos lo entiendan.
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